domingo, 5 de agosto de 2007

COMUNICÁNDOTE CON TU FUTURO BEBÉ

¿Es posible comunicarnos con nuestro bebé desde antes de que nazca, cuando apenas se está formando? De ser así, ¿cómo? ¿qué tipo de comunicación podemos tener? ¿Aprende nuestro futuro bebé desde que está adentro de su mamá?

Una amiga me comentó un día que su hijita de tres años le preguntó que por qué estaba triste antes de que ella naciera. A mi amiga se le había muerto su papá mientras estaba embarazada. Este no es un caso extraño.

En los últimos años se han hecho muchas investigaciones sobre esto con descubrimientos interesantísimos. Además, muchos sicólogos han escuchado a sus pacientes hablar de experiencias antes de nacer, en el proceso del parto y cuando están recién nacidos. Con prácticas como meditación o introspección, muchas veces aunque no necesariamente guiados por un especialista, podemos recordar cómo se sentía nuestra mamá mientras estaba embarazada de nosotros.

El bebé en formación está física y anímicamente conectado con su mamá. Por eso no son raros los casos en los que una persona puede describir cosas que sucedieron mientras su mamá estaba embarazada de ellas. Por ejemplo, una discusión fuerte entre sus padres, la tristeza inmensa de su mamá al perder a un ser querido, y otras emociones que ella puede haber sentido como pánico, cansancio, una inusitada alegría, esperanza, o amor. Existe, entonces, y está comprobado, una conciencia y una memoria prenatal.

Después del cuarto mes de embarazo, los futuros bebés se portan de forma muy parecida a cuando están recién nacidos. Lloran, duermen y sueñan y sintonizan con todo lo que hace su mamá: aprenden de ella. También juegan con el cordón umbilical y se chupan el dedo.

Hacia las veinte semanas de embarazo, tu futuro bebé ya puede escuchar perfectamente porque su sistema auditivo está perfectamente formado, como el de un adulto. Si escucha una música suave se moverá suavemente y quizás dé algunas pataditas de contento. Si escucha en cambio una música estridente pateará fuerte como diciendo bájenle.

A los cinco meses de embarazo, tu futuro bebé levanta las manos y se las lleva a los oídos si escucha un ruido fuerte. Abre los ojos hacia los seis meses de embarazo y reacciona si colocamos una luz fuerte que dé hacia la panza de la mamá.

Tu bebé en formación escucha el pulso de tu sangre, los ruidos que hacen tu estómago y tus intestinos, el sonido de tu voz y de otras voces, filtradas por el cuerpo de mamá y por el líquido amniótico que le rodea, el ruido del agua moviéndose a su alrededor. Reacciona ante la voz de mamá, y puede aprender también a reconocer la voz de papá si él se acerca a la panza de mamá y le habla o le canta con frecuencia, y responder con pataditas y movimientos.

Elige una canción, la que quieras, una que te guste y te sepas o quieras aprendértela. No tiene que ser una nana infantil, puede ser cualquier otra canción. Cántasela todos o casi todos los días desde los primeros meses de embarazo. Vas a ver que, después de nacer, cuando le vuelvas a cantar esa canción, la reconocerá y se sentirá protegido, tranquilo y feliz. Será su canción.
Puedes cantar, por supuesto, además, otras canciones, y tamborilear sobre tu panza algún ritmo alegre, educando desde entonces a tu futuro bebé en una variedad de sonidos.

También puedes ponerte a escuchar música mientras esperas a tu bebé, y elegir un disco o una pieza musical para ponerle muchas veces antes de que nazca. Incluso a la hora del parto puedes ponérsela y se va a sentir identificado con ella.
Muchas investigaciones han demostrado que la música clásica barroca estimula y alegra a las personas, las plantas, los animales y también a los bebés que están formándose aún dentro de su mamá. Si te gusta la música barroca, busca un disco de Mozart, de Vivaldi o de otro compositor barroco y escúchenla muchas veces. Te recomiendo "La sinfonía de los juguetes", de Leopold Mozart (el papá de Wolfgang Amadeus). Poner música barroca también ayuda a levantar el ánimo cuando estás agotado, tienes flojera o te sientes un poco melancólico.

Si practicas la meditación y la relajación mientras estás esperando a tu bebé, se relajan y meditan los dos juntos (el próximo mes encontrarás en esta sección un artículo con algunas técnicas muy sencillas para relajarte y meditar).

Cuando papá y mamá se quieren y les inunda un sentimiento de amor y de confianza mutua, y mamá está embarazada, el bebé siente y comparte también ese amor. Si una pareja es capaz de decirse todos los días cosas bonitas, y de aceptar lo que el otro dice y agradecerlo, el bebé también sentirá bonito.

Cuando por dificultades de nuestra vida esto no es posible, podemos de todas formas enviarle a nuestro bebé mensajes de amor. Se trata de detenernos un momento haciendo un paréntesis de unos cuantos segundos en nuestras actividades del día y sentir cómo le queremos y cómo agradecemos y nos contenta que venga al mundo y sea nuestro hijo. Tanto el papá como la mamá y los abuelos pueden hacer esta pausa amorosa para el bebé.

(Marta Alcocer, feb 05)

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