lunes, 13 de agosto de 2007

¿LA MASTURBACIÓN ES MALA?

Sobre la masturbación se han levantado muchos mitos, normalmente nacidos de la idea de que es algo pecaminoso y sucio. Se ha dicho que la masturbación produce ceguera, esterilidad, que seca el cerebro, que hace que salgan granos, que impide el crecimiento... Se dice que las personas que se masturban están obsesionadas con el sexo o que "están salidas"... En otros momentos, en cambio, se dijo que la masturbación era muy sana y que todo el mundo tenía que hacerlo...

En fin, como en casi todo, respecto a este tema las cosas no son ni blancas ni negras. Masturbarse no es malo, ni produce ninguno de esos daños que se le han atribuido. La masturbación, que consiste en acariciarse los órganos sexuales para obtener placer, no es nada malo ni anormal. De hecho, es muy frecuente, sobre todo en la adolescencia, y la mayoría de los chicos y las chicas aprenden, mediante la masturbación, a experimentar el sexo y a conocer mejor su cuerpo y sus reacciones. En este sentido, puede ser una práctica muy satisfactoria e interesante. Ahora bien, la masturbación está bien si se hace porque apetece, no porque "todo el mundo lo hace" o porque "hay que hacerlo para ser guay".

¡Ah! Y lo de las espinillas. Todavía se comenta lo de que masturbarse hace que salgan más espinillas. Aclaremos esto: la etapa en la que es más frecuente "hacerse pajas" suele coincidir con la etapa en la que salen más granos: la adolescencia. Pero las responsables últimas de las espinillas no son las pajas, sino las hormonas; que también vienen a ser las culpables de tu mayor deseo sexual.


¿LAS CHICAS NO SE MASTURBAN?

Otro mito bastante extendido es que las chicas no se masturban, y que las chicas que lo hacen es que son más salidas. Esto no es verdad. Tanto los chicos como las chicas se masturban. ¿Por qué se cree entonces que la masturbación es cosa de chicos? Posiblemente, porque no siempre ha estado bien visto socialmente que las chicas se masturben, y tal vez por eso, tradicionalmente se ha hablado menos de la masturbación femenina, que se mantenía oculta. Por otra parte las chicas, en general, hablan menos de su sexualidad que los chicos. Tal vez en eso influye el hecho de que, cuando una chica habla de sexo como lo hace un chico, suele haber siempre alguien que la llama promiscua o salida... Aunque se ha avanzado mucho en las cuestiones relacionadas con la sexualidad, todavía queda mucho por hacer. Lo ideal sería que tanto chicos como chicas pudieran vivir su sexualidad y hablar de ella (si lo desean) sin temor a críticas.

El águila y el escarabajo.

Estaba una liebre siendo perseguida por un águila, y viéndose perdida pidió ayuda a un escarabajo, suplicándole que le salvara.

Le pidió el escarabajo al águila que perdonara a su amiga. Pero el águila, despreciando la insignificancia del escarabajo, devoró a la liebre en su presencia.

Desde entonces, buscando vengarse, el escarabajo observaba los lugares donde el águila ponía sus huevos, y haciéndolos rodar, los tiraba a tierra. Viéndose el águila echada del lugar a donde quiera que fuera, recurrió a Zeus pidiéndole un lugar seguro para depositar sus futuros pequeñuelos.

Le ofreció Zeus colocarlos en su regazo, pero el escarabajo, viendo la táctica escapatoria, hizo una bolita de barro, voló y la dejó caer sobre el regazo de Zeus. Se levantó entonces Zeus para sacudirse aquella suciedad, y tiró por tierra los huevos sin darse cuenta. Por eso desde entonces, las águilas no ponen huevos en la época en que salen a volar los escarabajos.

Nunca desprecies lo que parece insignificante, pues no hay ser tan débil que no pueda alcanzarte.

Abós

Antiguo apellido aragonés, a veces escrito como Ambós, que tuvo su antiguo solar en las montañas de Jaca, en el Valle de Tena, con casas en los lugares de Sagüés y Tramacastilla, desde donde pasaron sus descendientes a otras poblaciones de Aragón y a otras regiones de España e Iberoamérica.

El prestigioso genealogista y heraldista vasco Endika de Morgobejo recoge este apellido en su obra "Blasones y Linajes de Euskalerría", y dice de él: "Aunque procede del lugar de Tramacastilla, en el lugar de Tena, de las Montañas de Jaca (Huesca), antiguo territorio de Euskalerría, lo consignamos aquí por existir diversas ramas asentadas en Navarra." Atribuye Mogrobejo a estos Abos (este autor no acentúa el apellido) las mismas armas que don Bizén d´O Río Martínez, tratadista aragonés, recoge para los Abós de Tramacastilla de Tena y a los del Valle de Broto.

Jorge Abós de Vergara, vecino de Toro (Zamora) y probablemente de origen navarro, probó su nobleza en 1566, ante la Sala de los Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid.

Ganaron proceso de Infanzonía en la Real Audiencia de Aragón: Antonio de Abós, natural de Zaragoza, en 1700; Antonio Abós, natural de Zuera (Zaragoza), en 1771, y José Abós, natural de Zaragoza, en 1796.

Martín Abós, natural de Castilsabas (Huesca), fue Caballero, Infanzón e Hijodalgo en las Cortes de Aragón, en 1626.

Matín Panzano y Abós, bautizado en Ibieca (Huesca) el 15 de Mayo de 1724, Deán de la Catedral de Huesca, probó su nobleza en 1773 para ingresar en la Orden de Carlos III.
En el Archivo General Militar de Segovia se guardan, entre otros, los siguientes expedientes de oficiales que se apellidaron Abós: José Joaquín Abós, Artillería, año 1815, y Juan Abós Guardiola, Infantería, año 1864.

Proviene el apellido Abós (Abos) de la voz vasca abos, "lugar de arándanos; henar", según el antes citado Mogrobejo.

Armas.- Los de Tramacastilla de Tena, según don Bizén d´O Río Martínez: En campo de azur, cinco flores de lis de oro puestas en sotuer, bordura de gules con ocho sotueres de oro.

Dando el pecho

Al cogerla tengo que tener mucho cuidado.

Es como tratar de cargar un montoncito de agua

sin que se derrame.

Me siento en la mecedora,

la acuno,

y al primer quejido,

empiezo a dar leche como una vaca tranquila.

Ella vuelve a ser mía,

pegadita a mi,

dependiendo de mi,

como cuando sólo yo la conocía

y vivía en mi vientre.

Gioconda Belli

Mitos Sexuales

MITOS SOBRE MASTURBACIÓN

Existen pensamientos colectivos o inventos populares que fueron creados con la finalidad de explicar lo inexplicable. A estas creencias es a lo que llamamos "MITO". Llevan mucho tiempo transmitiéndose de generación en generación, en nuestra sociedad y se cree que alguien con autoridad los instituyó, y por lo tanto, no deben ser cuestionados.

Los que se masturban son anormales :

A las mujeres nos hicieron creer que nuestra sexualidad era una respuesta a las necesidades masculinas del coito y de la reproducción. No obstante, en Latinoamerica aún sigue siendo un tabú la masturbación femenina. Esto determina que las mujeres tiendan más a dejarse tocar y acariciar que a ser ellas las que lo hagan, lo que fortalece el mito de la "pasividad", que sirve para que el varón continúe imponiendo sus preferencias sexuales.
Sólo es dañina si genera culpas.

La Masturbación solo es un mal sustituto de la Relación Sexual :

Son muchas mujeres que consideran que los orgasmos que obtienen por medio de la masturbación son menos auténticos o reales que los alcanzados durante el acto sexual.

Hay mujeres que disfrutan más del orgasmo clitorial obtenido por masturbación solitaria o por estimulación de su compañero que del orgasmo vaginal.

No se puede considerar un mal sustituto del coito a la masturbación, porque es, antes que nada, una actitud positiva de la mujer consigo misma. La Masturbación no ayuda a las Mujeres Preorgasmicas:

Es común que las mujeres que nunca se masturbaron tengan dificultades para alcanzar el clímax o el orgasmo en la relación sexual con sus compañeros.

La Masturbación deforma nuestros genitales :

Masturbarse es tocar, conocer y acariciar los propios genitales.

Es una expresión más del sexo genital y es absolutamente normal en mujeres y varones.

Masturbación y enfermedad no están vinculadas, (por supuesto la excepción a la regla es una persona que se masturba compulsivamente y no tiene contactos con otras personas y el mundo exterior).

El águila de ala cortada y la zorra

cierto día un hombre capturó a un águila, le cortó sus alas y la soltó en el corral junto con todas sus gallinas. Apenada, el águila, quien fuera poderosa, bajaba la cabeza y pasaba sin comer: se sentía como una reina encarcelada.
Pasó otro hombre que la vio, le gustó y decidió comprarla. Le arrancó las plumas cortadas y se las hizo crecer de nuevo. Repuesta el águila de sus alas, alzó vuelo, apresó a una liebre para llevársela en agradecimiento a su liberador.

La vio una zorra y maliciosamente la mal aconsejaba diciéndole:

-No le lleves la liebre al que te liberó, sino al que te capturó; pues el que te liberó ya es bueno sin más estímulo. Procura más bien ablandar al otro, no vaya a atraparte de nuevo y te arranque completamente las alas.-


Siempre corresponde generosamente con tus bienhechores, y por prudencia mantente alejado de los malvados que insinúan hacer lo incorrecto.

Abalia

Los de este linaje descienden de Guipúzcoa, y son buenos infanzones, según dejaron escrito los afamados genealogistas y heraldistas García Carraffa. Tuvieron casa solar de gran antigüedad, en el lugar de Baliarraín (Guipúzcoa).

En 1399 era vecino de la villa de Arama (Tolosa) Juan Sánchez Abalia y Martín Abalia fue Alcalde de la Hermandad de Guipúzcoa en 1470.

Francisco de Abalia y hermanos probaron su hidalguía ante la Justicia ordinaria de Tolosa, en 1652. Igualmente hicieron, entre otros: Juan y José Abalia y Leizaran, hermanos, en la villa de Vidania (Azpeitia), en 1665; José y Bartolomé Abalia, en Oñate (Guipúzcoa), en 1752; y José, Sebastián, Atanasio y su hijo José Joaquín Abalia, en Azpeitia, en 1774.

Por otra parte, en el Archivo General Militar de Segovia, se conserva el expediente personal de José de Abalia, del cual sabemos que ingresó en el Cuerpo de Infantería en el año 1833. Pertenecía al estamento Noble.

En relación al origen etimológico de este apellido en el "Diccionario etimológico de apellidos vascos", se recoge que en lengua vasca tiene el significado de "el carrascal", planta como la encina", "bosque frondoso", "matorral".

Armas: según el Cronista Juan Francisco de Hita, los Abalia del solar de Baliarain traen: En campo de gules un castillo de plata, abjurado y mazonado de sable y a los dos lados de este castillo dos leones levantados o empinados de oro.

Parto

El viento arrastra el polen,
y nuestra tierra se sacude de noche en los temblores del parto.

Y el verdugo se engaña a sí mismo,
contándose la historia de la incapacidad,
la historia de la ruina y los escombros.

¡Joven mañana nuestra!... Cuéntale tú al verdugo
cómo son los temblores del parto;
cuéntale cómo nacen las margaritas
del dolor de la tierra,
y cómo se levanta la mañana
del clavel de la sangre en las
heridas.

Fadwa Tuqan