jueves, 20 de septiembre de 2007

DESARROLLO FETAL

1.- Perfil 14 semanas:

Se ve un borde definido porque sólo se ha formado la estructura que será el cráneo.


2.- Arterias umbilicales en vejiga:

las arterias umbilicales nacen de la vejiga.


3.- Latidos cardiacos:

la ecografía junto con el doppler permite ver los normales latidos del corazón que son alrededor de 184 bpmi.


4.- Columna 1 trimestres:

Se observa la columna perfectamente formada.
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miércoles, 19 de septiembre de 2007

Etapas de mamá embarazada

Tercer Mes de Embarazo


Durante este mes hay, en general, mayor tendencia al cansancio, se puede mantener la presencia de náuseas y vómitos, pero con menor intensidad y en franca disminución hacia fines de éste.

Hay una mayor adaptación fisiológica y psicológica al embarazo. Se consolida su aceptación y existe una mayor tranquilidad, pues en general en este mes (de la semana 9 a 13) se realiza una ecografía en que la mamá ve y escucha latir el corazón de su bebé e incluso sus movimientos.

Tiene que haber una mayor preocupación de la alimentación y por supuesto evitar los excesos.

Evitar la ingestión de productos potencialmente teratógenos, al igual que en el mes anterior.

Se pueden realizar ejercicios suaves, y se debe mantener una actividad sexual habitual, salvo que haya molestias importantes, especialmente si hay sangramiento después de tener relaciones.

Además, en caso de embarazos múltiples, una ecografía entrega información adecuada sobre las características de éste (número de sacos, número de placentas, etc.), lo cual es muy importante para realizar una adecuada vigilancia prenatal.

IMPORTANTE

En este mes, es importante hacer una ecografía, alrededor de las 10-14 semanas, ya que ofrece una buena información con respecto al estado general del embarazo y del desarrollo fetal en particular, observándose ya algunos marcadores ecográficos que nos orientan hacia la normalidad estructural y cromosómica del hijo en camino.




Desarrollo fetal

8 semanas de vida (10 semanas de embarazo)
· La cabeza es casi la mitad de la longitud del feto.
· La flexión cervical es de cerca de 30 grados.
· Están presentes genitales externos indiferenciados.
· Los ojos son convergentes.
· Los párpados están fusionados.
· Desaparece la cola.
· Se forman los conductos y los alvéolos de las glándulas lacrimales.
· Se produce la recanalización de la luz del tubo intestinal.
· Los pulmones comienzan a tomar apariencia glandular.
· El diafragma está completo.
· Comienza la primera osificación en el esqueleto.
· Se forma el sistema definitivo del arco aórtico.

Oocito fertilizado: Oocito maduro penetrado por el espermio y con el material genético de los progenitores fusionado, es decir, el nuevo ser con su propia identidad. Es el inicio del embarazo propiamente tal, en etapa de una célula.

Oocito maduro: = folículo maduro es el que después de madurar durante el ciclo menstrual, está en condiciones de ser penetrado por un espermio en el proceso de fertilización.

Oocito: oocito = ovocito = óvulo = folículo. gameto o célula germinativa femenina que se desarrolla en el ovario y madura en cada ciclo menstrual. Lleva consigo el material genético (ADN) proveniente de la madre.


9 semanas de vida (11 semanas de embarazo)

· El cuello se desarrolla y el mentón se separa del tórax.
· La flexión craneal es de cerca de 22 grados.
· El corion se divide en liso y frondoso.
· Los párpados se encuentran y se fusionan.
· Los genitales externos empiezan a mostrar especificidad de género.
· Se producen los primeros movimientos musculares.
· La hipófisis produce ACTH y gonadotropinas.
· La suprarrenal produce corticosteroides.
· Se completan las válvulas semilunares del corazón.
· Los pliegues uretrales comienzan a fusionarse en los varones.

Hipófisis : Glándula responsable de la secreción de las hormonas encargadas de estimular y mantener el ciclo menstrual y la producción de leche durante la lactancia, entre otras. La FSH o Folículo Estimulante estimula el crecimiento y maduración de los folículos u óvulos, la LH o Luteinizante estimula la ovulación y la Prolactina, la síntesis de leche durante la lactancia.

10 semanas de vida (12 semanas de embarazo)

· La flexión cervical es de cerca de 15 grados.
· Genitales externos diferenciados según género.
· Aparecen las uñas.
· Los párpados están fusionados.
· Los intestinos regresan a la cavidad abdominal desde el cordón umbilical.
· Se segrega la bilis.
· Se establecen los islotes sanguíneos en el bazo.
· El timo es infiltrado por las células linfoides primordiales.
· La hipófisis produce prolactina.
· Se forman los primordios de los dientes permanentes.
· Los dientes caducos ("de leche") están en etapa precoz de campana.
· La epidermis tiene tres capas.

11 semanas de vida (13 semanas de embarazo)

· La flexión cervical es de cerca de 8 grados.
· Comienza a desarrollarse el puente de la nariz.
· Se excreta orina hacia el líquido amniótico.
· La musculatura gástrica puede contraerse.
· Los linfocitos T migran hacia la circulación.
· Aparece el coloide en los folículos tiroideos.

Líquido Amniótico : Líquido que rodea al feto y se ubica en la cavidad del embarazo o amniótica. Es una barrera antibacteriana, mantiene la temperatura fetal, a través de él ocurre intercambio de nutrientes y pérdidas fetales, y proteger al feto de los traumatismos externos, entre otras funciones.

12 semanas de vida (14 semanas de embarazo)

· La cabeza está erguida.
· El cuello está casi derecho y bien definido.
· El oído externo se está formando y se ha desplazado hasta cerca de su posición definitiva en la cabeza.
· El saco vitelino se ha encogido.
· El feto deglute líquido amniótico.
· El feto puede responder a la estimulación de la piel.
· Los ovarios descienden por debajo del anillo pélvico.
· Se produce la hormona paratiroidea.
· La sangre puede coagular.

Saco Vitelino: Saco o vesícula lleno de líquido que se observa como parte del saco gestacional en la ecografía desde etapas precoces del embarazo (5 a 6 semanas) hasta la semana 12 ó 13.

La Aventura

Ese domingo, Chito se levantó temprano. Se lavó y vistió con gran rapidez; mordisqueando un sandwich avanzó al pasillo; esperó un instante por el ascensor, marcó el sexto; y sintió su corazón golpear con desespero; emocionado ante la perspectiva de una gran aventura. En el sexto, se encontró con Pablo y Chano tal como lo habían convenido. ¡Vamos! _Dijo Chito.

El grupo dirigió sus pasos hacia el tercer piso, cuyos apartamentos, en aquella mañana, se encontraban desocupados.

_¿Cómo lo vas a hacer? _Preguntó, Chano, desde el fondo curioso de sus nueve años.

_¡Suave! _Contestó Chito mientras lo miraba fijo; como si estuviera arrepentido de haberlo invitado.

La explicación de Chito fue simultánea a la acción. Esperarían a que el ascensor se detuviera en el tercer piso; forzarían la puerta del segundo con un cuchillo e introducirían la camisa de Chito entre la separación; de manera que la puerta no pudiese cerrar y el ascensor quedara inmóvil en el tercero; gracias al dispositivo de seguridad que no permite su marcha mientras alguna de las puertas estuviese abierta.

_¿Por qué no hicimos esto en el tercero?_Preguntó Pablo. Chito se irguió con un aire de importancia; y con falsa modestia respondió: _pa' los que quieran usar el ascensor, vean que no se mueve y piensen que se ha dañao.

_¡Por el libro! _Exclamó Pablo a la vez que palmeaba el hombro de su amigo. Chano permanecía callado, pero sus ojos delataban la emoción de la aventura.

_Todos pa'bajo _ordenó Chito.

Pablo y Chano caminaron tras él. Sin prisa. Silenciosos. Pero, cada cara irradiaba satisfacción. La llegada se hizo breve. En un parpadear se encontraron en el sótano mirándose unos a otros. Un ligero escalofrío corrió por el cuerpo de Chito, temiendo que sus amigos notaran su actitud vacilante, intentó una sonrisa. Los demás ripostaron de la misma manera. Entre todos abrieron la escotilla de acceso al foso del ascensor, teniendo que aunar fuerzas debido a que sus bordes estaban atascados.

_Esperen aquí. No vengan hasta que yo les diga. _Advirtió Chito, mientras comenzaba a descender apoyándose con dificultad de los engrasados rieles. Por fin llegó. Tenía el pecho, las manos y gran parte de la cara llena de tizne y grasa. Miró a sus compañeros con las pupilas inundadas de éxito. Se sentía feliz dentro de aquel territorio inviolado. Lo encontró más amplio de lo que pensaba; y mucho más alto; tal vez cuatro veces su propia estatura. Pasó los dedos por los muelles de seguridad del ascensor; los cuales alcanzaban casi su tamaño. Se sentó sobre uno de ellos e hizo una morisqueta. Sus amigos le aplaudieron desde lo alto.

_¡Chitoo, Chitooo! _Era la voz de su padre, que colándose por la abertura del ascensor retumbó en el foso. En su excitación los muchachos se habían olvidado del tiempo. El padre de Chito salió en su busca. Después de éste haber esperado un largo rato por el ascensor, al ver que el mismo no se movía, decidió utilizar la escalera. La desaparición de Chito y el tener que bajar por la escalera lo había disgustado.

_¡Chito, Chitoo! _Aquella voz fue un espuelazo en las ancas del miedo de los chicos; los cuales más pronto dicho que hecho emprendieron el «patas pa' que te quiero».

Chito se quedó solo; se acobardó; sintió miedo de quedarse dentro del foso; y miedo de subir y encontrarse con la faz enojada de su padre. Su cara tiznada se ennegreció aún más con la incertidumbre. Al fin se decidió. Con los ojos nublados comenzó a subir; a la mitad, las lágrimas le bañaban el rostro. Sus rodillas le temblaban y sus manos se agarraban con dificultad de los rieles. Trató de articular un grito, una llamada de socorro, pero la voz no le salía.

Al pasar por el segundo piso el padre encontró la camisa de Chito entorpeciendo la puerta del ascensor. Con un gesto de indignación sustrajo la camisa aprisionada.

La puerta se cerró con un clic fatal …

Andrés Díaz Marrero

Sombras

Las cosas empeoraban día a día. El sueldo apenas alcanzaba para la comida; y la agencia le había reducido la jornada de trabajo. Las cuentas se amontonaban desde meses atrás. El correo sólo traía terceros, cuartos y últimos avisos de parte de los acreedores. La mueblería le había reposeído los muebles; y la estrecha vivienda presentaba un vacío interior que la hacía Iucir más amplia de lo que realmente era.

¿Pedir prestado? ¿A quién? La crisis era general. Por lo menos, en eso estaban de acuerdo los periódicos… Sin embargo, las compañías petroleras habían quintuplicado las ganancias; y en cuanto a Puerto Rico, las compañías de afuera… bueno… yo no sé mucho de esas cosas, pero… ¡Caray! ¡Qué difícil se ha puesto la vida!


...

¡Carmelo! La voz de la esposa interrumpió su pensamiento. _¡Avanza! Tenemos que llegar antes de que termine la hora de visita.

Su mujer se veía envejecida prematuramente; a él se le daba que también había envejecido. La enfermedad del nene _pensó, tratando de reducir toda su amargura a una sola causa. Mas en el fondo adivinaba la verdad.

_¡Carmeloo!, ¡Carmeloo!

_¡Maldito sea! Es el diablo de Moncho, buscándote; tenemos que irnos, así que no le des mucha lata.

_¡Pero mujer, es que… No tuvo tiempo de argumentar; Moncho se había introducido en la casa, a la vez que Petra, con evidente disgusto, se evadía hacia el dormitorio.

_Carmelo, vengo a decirte que esta noche tenemos reunión en el comité.

_Tengo que ir al Centro Médico; ya sabes que…

_¡Hombre lo sé! Pero, no puedo estar excusándote en casi toas las reuniones.

_¡Tú sabes que…!

_¡Sí hombre, lo sé! Es que uno tiene enemigos. Hay quien dice que te cambiaste de partido. Yo sé que la ayuda es poca; ¡pero en estos tiempos!

_El programa es pa' to' el que necesita.

_¡Ay bendito!, ¡Qué va, compay! ¡Qué va hombre!, !qué va! Mira, para mí, tú eres más que mi hermano; aún recuerdo lo que me ayudaste cuando to' el mundo me cerraba pueltas, pero tienes que darte cuenta de que to' es política, la más sucia y descará. Si no te quitan la ayuda directamente te ponen tantas piedras en el camino, ¡qué pa' qué te cuento! Además lo de tu hijo… Tú sabes que está fichao. Por eso es que, en el gobierno, tiene bola negra; pues to' el que se pone en contra de los gringos, la lleva perdía. ¡Dispués de tanto sacrificio pa' estudiar; y de las recomendaciones! La entrá a la Universidad y la ayudita se la consiguieron por que tú perteneces al partido; y por que yo, tu compay, soy el comisario 'e barrio. El Senador Mora Ríos, jamás te ha perdonado lo de tu hijo; él piensa que fue culpa tuya; es más, ha dao a entender que tú …

_¡Carmelo!, interrumpió su esposa, que entraba a la sala con un bolso de compras, arrugado; donde había acomodado cuidadosamente alguna comida, papel sanitario, maltas, jabones, toallas y una frazada, para el hijo que se encontraba hospitalizado.

_Mira mujer, ve tú sola. Yo iré la próxima vez. Es que… _la decisión era muy dura, pero, él era responsable de mantener al resto de la familia; y él sabía …

Con una tristeza muda, de persona vencida, ella asintió con un movimiento de cabeza casi imperceptible. Al marcharse no pudo reprimir una mirada de disgusto hacia Moncho; no por Moncho en sí, ya que hacían más de quince años que eran compadres, sino a lo que éste representaba.

...


_Ya ve compadre, cómo se arreglan las cosas. ¡Lo contento que estaba el ayudante del alcalde, hasta me preguntó si todavía le hacía falta el camión de relleno que le había prometido el año pasao! ¡Aproveche compay el rellenito pa'l solar!, que a la gente es buena cogerla cuando está de boya.

Carmelo no contestó. Su mente se hallaba distante. Eran las once y media de la noche. La reunión se había extendido más de lo acostumbrado. Pensaba en su mujer «Ya debería de haber regresado. Mañana, !mañana iría a visitarlo aunque hubiesen veinte reuniones!» Carmelo tenía cuatro hijos, pero la mayor parte del tiempo pensaba en Fernando, que estaba hospitalizado, o en César. César por ser el mayor. El que estudió en la Universidad. Al que tenían fichado como subversivo por ser miembro del Partido Socialista; que, aunque oficialmente no era ilegal, sus miembros eran, para todos los efectos prácticos, considerados como fuera de la ley. ¡Diantre! _Se interrumpió a sí mismo _Los pequeños no me dan problemas.

_¿Qué le pasa compay?

_Nada, nada, musarañas que se le meten a uno en la cabeza.

...

Su corazón sintió una sacudida al ver a los vecinos reunidos frente a su casa. Un frío inmenso le corrió por la espina dorsal. Quiso hablar, pero, su lengua permanecía muda; no solo su lengua, sino sus ojos, manos y cuerpo se negaban a obedecerle. Con voz temblorosa Moncho le incitó a seguir, halándolo suavemente, con el brazo extendido sobre su hombro. El aullido de una sirena añadió un toque de terror e incertidumbre. La ambulancia se ubicó frente a su hogar. Carmelo corrió hacia la casa. El rojo reflector parpadeaba en la cara de los presentes. Se escuchó la voz de uno de los camilleros: _¡Ya es tarde!, avísale a la estación… Su compañero asintió con la cabeza, apagó el reflector y transmitió el mensaje por radioteléfono.

Una vecina, entre lágrimas, le relató lo ocurrido:

_¡Ay!, ¡Ay!, ¡Doña Petra se nos murió!, ¡Ay! Don Carmelo!, ¡Se nos murió! ¡Su hijo está… ¡Ay!, su hijo… ¡también está muerto!

_Sacando fuerzas de cada una de sus células, de cada átomo de su ser, Don Carmelo, le dijo con increíble aplomo, casi con resignación: _Cálmese, cálmese y cuénteme lo que pasó.

_Su doña llegó cansada del Centro Médico; como yo sé lo que son esas cosas; le tenía separada una cacerolita de sopa, de una gallinita del país, que me trajeron los nietos. Cuando la vi llegar, se las traje. Me dijo que no tenía apetito; pero, yo insistí hasta convencerla. La estuve observando mientras comía; estaba más triste que nunca; y más cansada. Pensé preguntarle por Nando; pero, no quería entristecerla más. Ella adivinó mis pensamientos; y me dijo que Nando estaba peor; que el tratamiento no le había resultado; que los médicos habían perdido toda esperanza. Traté de consolarla. Tuve miedo de verla así; tan pálida, con los ojos hundidos … Entonces, llegó la mala noticia. No. No fue de Fernando, sino de César. ¡Lo mataron de un tiro, unos agentes federales, al resistir un allanamiento en la imprenta, donde tiran ese periódico que él se pasa vendiendo por ahí. La noticia la trajo Tabo; él quería hablar con usted; lo esperó más de una hora; ella lo notó nervioso; y tanto estuvo pidiéndole que le diera el recado que, el muy bruto, se lo dijo. ¡Ay! Ella se sentó en la silla y… ¡Ay! ¡Ay … ! ¡Ay … !

Don Carmelo se dirigió silencioso hacia el lugar donde, los vecinos, habían colocado el cadáver de su esposa. Lo habían acostado sobre una cama plegadiza entre dos velas encendidas. El resplandor de las velas, junto a la escasa luz de la pequeña bombilla que alumbraba la sala, daba a ésta una visión espectral.


...
Eran las cuatro de la tarde. Los cadáveres reposaban en el centro de la sala. Los niños gimoteaban junto a los mayores. Familiares y vecinos hacían los preparativos para el acostumbrado velorio. Don Carmelo, estaba sentado con la mirada fija en los féretros; completamente mudo; sin llorar, ni moverse; sin que su rostro reflejara tristeza. Había estado así varias horas; sólo su respiración entrecortada y su mirada, melancólica y fija, nos indicaban que estaba despierto. No le afectaba el ir y venir de los presentes, los comentarios de éstos, ni los ruidos de la calle.

Moncho se le acercó. Venía rojo de la ira. _¡Maldito sea! Compadre, hay una gente allá fuera… de Fuentes Fluviales. Dicen que hace dos meses que usted no paga la luz. ¡Desgraciados!; que ellos reciben órdenes; que lo sienten mucho, pero,… ¡Compadre, esos hijos de … le van a cortar la luz!

Carmelo permaneció callado; ni lo oyó tan siquiera. Su mirada fija no percibió cuando las bombillas de la casa se apagaron. No escuchó las protestas, ni las maldiciones que gritaban los vecinos. Pues, su luz interior hacía varias horas que se había trocado en tinieblas.

Noviembre de 1975.

Andrés Díaz Marrero

Alba


Hay varias opiniones acerca del origen de este antiguo linaje. Algunos autores, entre ellos Diego Her-nández de Mendoza, dicen que es originario de Alemania y que lo trajo a España un caballero alemán llamado Mosén Pedro Albaney o Albanés, que, por supresión de las últimas letras de su apellido, dio origen al de Alba.

En Villafranca del Panadés (Barcelona) hizo casa el referido guerrero alemán y allí quedó heredado. Algunos de sus descendientes, usando el apellido Alba, pasaron después a la villa de Alcolea de Cinca, del partido judicial de Fraga, en la provincia de Huesca, extendiéndose por los lugares de la ribera del Cinca, en Aragón.
Otros genealogistas afirman que el origen del lina-je Alba arranca de Asturias, de la fortaleza o castillo de Alba de Quirós, y que de Asturias procedían los que fundaron la casa solar de los llamados Alba en Vitoria. De estos Alba de la ciudad de Vitoria descenderían, según los historiadores, la mayor parte de las casas así apellidadas que se asentaron en Vizcaya, Castilla, Andalucía y Extremadura.

Lo cierto es que en tierras aragonesas se documentan portadores de este apellido en varias poblaciones, originarios del lugar de Ribera del Cinca. Así se recoge en el "Diccionario de Heráldica Aragonesa de don Bizén d'O Río Martínez.

Según se lee en el "Diccionario de apellidos españoles" este apellido procedería de alguna de las varias localidades de nombre Alba existentes en España cuyo étimo sería un vocablo prerromano que significaba en principio "colina elevación", y, de ahí, tomó el sentido secundario de "fortaleza, castillo".
Armas: Los Alba aragoneses del lugar de Ribera del Cinca usaron: En campo de gules, un águila de plata y montando sobre caballo alazán y a los pies del caballo un hombre muerto.

A mi primer hijo...

La gloria de ser Madre


A mi primer hijo le debo

la gloria de ser madre.



Le agradezco y le quiero

todas sus amadas respuestas



¡Hasta parezco una madre!

escribiéndole a su hijo...



Lo amé aún sin conocerlo

y lo esperé día con día

para conocerlo en un día.



¡Imposible! No sabía que

a un hijo se le descubre

algo nuevo cada día...



lo mismo que a la gloria

de saber ser Madre !



A mi muy amado hijo

al primero que me dio

la dicha gloriosa de

ser Madre... !



Lara Elra Cira

Maternidad

Mi ombligo es el centro del universo
las cosas giran alrededor mío
y camino envuelta en una burbuja de energía.
Los dioses me protegen,
- aún los que no conozco o no he sentido -
van a mi lado, danzan alrededor.

Lo apuntan mis ojos incoloros,
irradio luz.
No hay nada más sobre la tierra
que lo que guardo en mi interior.
La canasta de matrimonio de los indígenas americanos
ha venido a posar en el escenario redondo y tibio
de mi vientre.

Soy el centro,
la cruz, la seña
que asoma de noche en la oscuridad
de los perdidos.
Soy el sol y la tierra,
la lluvia, nieve pura que nos cubre

Milagros Terán