lunes, 12 de noviembre de 2007

Cambios de actitud ante las relaciones sexuales.


Los sentimientos de pudor que rodean a las relaciones sexuales entre las personas han ido intensificándose y cambiando considerablemente con el proceso civilizatorio. Esto se muestra claramente en la dificultad con que tropiezan los adultos de las últimas fases de la civilización cuando tienen que hablar con sus hijos de tales relaciones. Pero esa dificultad se nos antoja hoy algo natural. Hoy pensamos que, por razones biológicas, el niño no puede saber nada de las relaciones entre los sexos y que constituye una cuestión extraordinariamente delicada y difícil ilustrar a los adolescentes sobre sí mismos y sobre lo que pasa en torno suyo. En realidad, esta situación no tiene nada de natural; antes bien, es el resultado del proceso civilizatorio, como puede comprobarse en cuanto se observa el comportamiento correspondiente de los seres humanos en otra fase del proceso. El destino que sufrieron los famosos coloquios de Erasmo de Rotterdam nos ofrece un buen ejemplo de lo que estamos diciendo. (...)

Al observador de la época contemporánea le resulta extraño que en sus diálogos, Erasmo hable a los niños de las prostitutas y de las casas en las que éstas viven. A los hombres de nuestra etapa de la civilización les parece inmoral mencionar tales instituciones en un libro para niños. Cierto que estas instituciones existen como enclaves también en la sociedad del siglo XIX y del siglo XX, pero resulta que el miedo púdico con el que se ha cubierto la totalidad del ámbito de los impulsos de los seres humanos desde pequeños, así como «el anatema del silencio» que ha recaído sobre estos temas en el trato social, son absolutos. La mera mención de estas opiniones y de tales instituciones en el trato con los niños es un delito, una corrupción del espíritu infantil; y, por lo menos, una falta de condicionamiento del peor tipo.

En tiempos de Erasmo era perfectamente natural que los niños supieran de la existencia de estas instituciones. Nadie trataba de ocultárselas. En todo caso se les avisaba del peligro que suponían; precisamente lo que hace Erasmo. Si nos limitamos a leer únicamente los libros pedagógicos de la época, entonces, en efecto, parece como si la mención de estas instituciones sociales fuera solamente una ocurrencia de algún autor aislado. Pero cuando recordamos cómo los niños vivían con los adultos; cuando vemos qué delgado era el muro de intimidad que separaba a unos adultos de otros y, también, a los adultos de los niños, entendemos que estas conversaciones, como las de Erasmo y las de Morisotus, en realidad se remitían de modo inmediato a las pautas sociales dominantes en su época. Los autores tenían que partir del hecho de que los niños lo sabían todo; esto era algo natural... La tarea del educador consistía en mostrarles cómo tenían que comportarse frente a estas instituciones sociales. (...)

Hasta cierto punto lo mismo cabe decir de la relación sexual en general, incluso de la matrimonial. Podemos hacernos una idea de ello considerando las costumbres de la noche de bodas. Al hacer su entrada en la cámara nupcial, la comitiva iba precedida por los mozos de honor. La doncella de honor, a su vez, desnudaba a la novia, quien tenía que despojarse de todas sus joyas. Para que el matrimonio fuera válido era necesario que los novios entraran en el lecho en presencia de testigos. Esto es, «se les acostaba juntos». «Cuando en el lecho se ha entrado, el derecho se ha conquistado». se decía en la época. En la Baja Edad Media fue cambiando paulatinamente esta costumbre de modo que los novios podían echarse en la cama vestidos. Por supuesto estas costumbres cambiaban en función de las clases sociales y también en función de los distintos países. No obstante sabemos que en algunos casos, como en Lübeck, por ejemplo, este uso antiguo se mantuvo en vigor hasta los comienzos del siglo XVII. Todavía en la sociedad cortesano-absolutista de Francia se mantenía el uso de que los testigos acompañaran al novio y a la novia hasta el lecho nupcial donde éstos se desnudaban y recibían el camisón de manos de aquellos. Todo esto constituye un síntoma del cambio de pautas en los sentimientos de pudor suscitados por las relaciones sexuales.

A lo largo de estos ejemplos podemos ver con bastante claridad el carácter específico de aquellas pautas de sentimientos de pudor que posteriormente acabarán siendo dominantes a lo largo de los siglos XIX y XX, En esta época son los propios adultos. los que en gran medida ocultan todo lo relativo a la vida sexual y la excluyen del trato social convencional; por esta razón resulta posible, y hasta necesario. esconder con mayor o menor habilidad esta parte de la vida durante el mayor tiempo posible a los ojos de los niños. En las épocas anteriores las relaciones sexuales así como las instituciones que las regulan están mucho más claramente incorporadas a la vida pública; en consecuencia resulta más comprensible que los niños adquieran conocimiento de esta parte de la vida desde pequeños. Ni siquiera para asegurar su condicionamiento (esto es para hacerles alcanzar las pautas de comportamiento de los adultos} existe necesidad alguna de presentar esta esfera de la vida a los niños cargada con la misma cantidad de tabúes y de secreto con que hubo de hacerse en una fase posterior de la civilización, en correspondencia con el cambio en las pautas de comportamiento.


Fin

Fuente: Norbert Elias. El proceso de civilización. FCE, 1989

13 comentarios:

General Electric dijo...

El artículo me recordó un poco del libro de Michel Foucault "Historia de la sexualidad" que leí hace algún tiempo. Recuerdo que él enfatizaba el escamoteo de la sexualidad de los ojos del niño como algo culturalmente establecido por la cultura victoriana. Muy buena reflexión esta.

Llegué hasta aquí desde José

saludos

kurtosis dijo...

La sexualidad es todavía en muchos hogares el tema tabú por excelencia. Romper el tabú que impide hablar sobre la salud sexual es un reto para el adulto en nuestra cultura.

Existen talleres animamos a las parejas a hablar más abiertamente entre ellas sobre todos los problemas, incluyendo el sexo. Dentro de una relación es importante que se respeten las opiniones y los sentimientos tanto del hombre como de la mujer. Las buenas relaciones entre los padres ofrecerán un modelo para sus hijos.

Atte.
Kurtosis.

SiervaDelMesías. dijo...

En mis tiempos mis señores Padres no me hablaben de sex, ni en la escuelas aun era tabu esos temas, tampoco existia television que hablaran de ello.... ciertamente me decian que el hijo venia de Paris o traia la cigueña, cosa que me la creia jajajja. Ahora es diferente mis sobrinos me dan catedra de relaciones sobrexagerada por supuesto, hoy por hoy se puede hablar con mi Madre o herman@s, pero me pongo coloradaza aun me da algo de pavor hablar frente a ell@s. Abrazos y Bendiciones chau chau

SiervaDelMesías. dijo...

En mis tiempos mis señores Padres no me hablaben de sex, ni en la escuelas aun era tabu esos temas, tampoco existia television que hablaran de ello.... ciertamente me decian que el hijo venia de Paris o traia la cigueña, cosa que me la creia jajajja. Ahora es diferente mis sobrinos me dan catedra de relaciones sobrexagerada por supuesto, hoy por hoy se puede hablar con mi Madre o herman@s, pero me pongo coloradaza aun me da algo de pavor hablar frente a ell@s. Abrazos y Bendiciones chau chau

T3Mo dijo...

Complicada la tematica, pero si sería interesante que se hablará y educará más a la gente y evitarnos tantos problemas

Micaela Riberaz dijo...

La educación sexual no puede ser objeto de presiones ni de vaivenes puesto que el Estado tiene la responsabilidad de informar con veracidad y claridad, de manera que si este tema continúa como un tabú, lo que se hará es dar la espalda a la realidad. BYE BYE

Shaffi dijo...

Los adolescentes, jóvenes, y adultos de hoy en día deciden por su cuenta y riesgo como, cuando, y con quien se acuestan, y no quieren que algo como el sexo un tabú.

Me parece bien que le den educación sexual a los niños, pero no me parece bien que sea desde tan chicos.

SALU_DOS

th3king dijo...

puedo ser testigo de el mal efeñto en lo niños por mala komunikacion repecto al sexo

Micaela Riberaz dijo...

GGG Es inevitable que en un principio estas puertas, estos tabúes de mentalidad de relaciones sexuales. A una amiga le bromeaba que las chicas frívolas hacen muy interesante la vida de un hombre mientras busca una discreta. Después de aquella conversación, mi amiga decidió dar por finalizada su relación. BYE BYE

Anónimo dijo...

Hablar de relaciones sexuales, obviamente que los padres de familia e incluso muchos profesores se asustan. En realidad no es necesario hablarle a los niños de estos temas: no lo necesitan; pero no tenemos esa actitud, no sabemos como padres y maestros qué hacer y cómo tenemos que ir paulatinamente dándole al niño, al adolescente, al adulto, al anciano, los conocimientos de acuerdo con sus necesidades básicas de información y formación para que pueda ejercer responsablemente y libremente su sexualidad.

Anónimo dijo...

Habría que dejar de ver a la sexualidad sólo como la genitalidad o la reproducción. Es necesario que ampliemos nuestras perspectivas: la sexualidad es la interacción entre los seres humanos, es el afecto, es el amor, es el erotismo, son las formas de comportamiento, es lo que soy en general. Y si tomamos en consideración todos estos aspectos, entonces nos damos cuenta que la sexualidad es una de las partes más importantes del ser humano. Es necesario aprender cuántos son dos por dos, pero también es necesario saber cómo manejar los afectos, el respeto a nuestro propio cuerpo, el respeto a los otros, el respeto a la diversidad.

Gracias a DIOS
por todo
bye

Shaffi dijo...

SALU_DOS

Anónimo dijo...

Interesante este post. Lo ideal es que se hable sin temores y que haya una educación en el colegio sobre los temas pero igual en el hogar. No debe ser tabú.

Un abrazo cálido desde Medellín, Colombia!