Me encuentro vestida
para ir a la fiesta,
la ocasión se presta,
¡que nada lo impida!
Si hay salud y vida
hay felicidad.
Y a decir verdad
la música llama,
y enciende la flama
de la Navidad.
Armaré la bulla
con los parranderos.
Suenen los panderos
formemos la trulla.
El güiro y su puya
estan resonando,
ya están entonando
todos los cantores
y hasta los albores
te estaré cantando.
Con su voz doliente
el Cuatro repica
su música rica
diciendo presente.
Sonido elocuente
que nos apasiona.
El alma aprisiona,
la mente captura;
de nuestra cultura
él es la corona.
Se oye la Espinela
y la decimilla
desde la otra orilla
la plena se cuela.
Jengibre y canela
perfuma el ambiente,
la brisa se siente
como acariciando;
y el Cuatro sonando
alegra a la gente.
Andrés Díaz Marrero
para ir a la fiesta,
la ocasión se presta,
¡que nada lo impida!
Si hay salud y vida
hay felicidad.
Y a decir verdad
la música llama,
y enciende la flama
de la Navidad.
Armaré la bulla
con los parranderos.
Suenen los panderos
formemos la trulla.
El güiro y su puya
estan resonando,
ya están entonando
todos los cantores
y hasta los albores
te estaré cantando.
Con su voz doliente
el Cuatro repica
su música rica
diciendo presente.
Sonido elocuente
que nos apasiona.
El alma aprisiona,
la mente captura;
de nuestra cultura
él es la corona.
Se oye la Espinela
y la decimilla
desde la otra orilla
la plena se cuela.
Jengibre y canela
perfuma el ambiente,
la brisa se siente
como acariciando;
y el Cuatro sonando
alegra a la gente.
Andrés Díaz Marrero
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